Hacer lo que uno ama… y convertirlo en un camino de vida.
- Gabriela Skerlj
- hace 27 minutos
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Hay un momento, en el recorrido de quienes enseñamos, que trasciende la técnica, los métodos o los títulos.
Es ese instante en el que alguien —sin que una lo espere— te mira y te dice:
"La manera en que compartes la práctica inspira y eleva.”
Y ahí, en esa simple frase, todo cobra sentido.
Porque enseñar no es solo transmitir conocimiento. Es entregar presencia, energía, escucha, inspiración. Es permitir que lo que una ama traspase el límite de lo personal y se convierta en algo compartido. Es un acto de generosidad… y también de mucha honestidad.
Cuando una hace lo que ama, eso se siente. Se respira. Se contagia. Y ahí es donde la enseñanza deja de ser solo un trabajo, para convertirse en un camino de vida.
En mi camino, la práctica es solo el lenguaje que elegí para expresar algo más grande: el deseo de acompañar, de guiar, de inspirar a las personas a habitarse con más presencia, a reconectar con su vitalidad y a sentirse profundamente vivas.
Y creo que de eso se trata, finalmente: no solo de hacer lo que uno ama, sino de amar lo que una hace, cada día, con cada persona, en cada clase.
Con amor
Gabriela

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