Mi historia

Mi nombre es Gabriela

Desde pequeña, el movimiento ha sido mi lenguaje y mi refugio. Siempre supe, muy dentro de mí, que algún día se convertiría en mi camino de vida.

Mi recorrido comenzó con el yoga, especialmente el estilo Anusara. Con el tiempo, descubrí una forma de moverme que me hizo sentir profundamente viva: el sistema Bowspring.

Recuerdo un momento especial en 2014, durante una presentación en Málaga. Sentí en mi cuerpo una apertura y una libertad tan genuinas, que entendí que ese enfoque tenía algo importante para ofrecerme. Desde entonces, me entregué a explorarlo, dejándome guiar por la práctica y por la sabiduría que nace del cuerpo en movimiento.

Mi formación se ha nutrido de la experiencia: mi práctica diaria, los viajes, los aprendizajes, los desafíos y las transformaciones que he atravesado en el camino.

Con los años, empecé a comprender algo que marcó mi manera de enseñar: el cuerpo no solo se mueve, también se organiza desde una inteligencia interna. Esa guía silenciosa es la que permite equilibrio, fluidez y transformación.

Hoy, integro lo aprendido del yoga y del Bowspring, dos metodologías distintas, incluso opuestas, pero que me han enseñado a mirar más allá de la forma y habitar el cuerpo con presencia y autenticidad.

Para mí, moverse no es solo una acción física. Es una experiencia sensorial, emocional y energética. Una vía para volver a casa.

En mis clases, me gusta crear un espacio de escucha profunda, donde cada persona pueda explorar su forma única de habitar el cuerpo. Enseño desde el corazón, recordando siempre que todos seguimos aprendiendo.

Mi intención es acompañarte a descubrir el poder transformador del movimiento y ayudarte a sentirte en casa dentro de vos misma.

​​Nos encontramos en el espacio del movimiento.

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